CRÓNICAS DIBUJADAS 3: LA PLAYA Y YO (Recuerdos de verano)

-Má...y mi papi?
-Ya viene ,hijito!
Y al rato salía mi viejo todo mojado,casi calato y en sus manos me enseñaban unos bichitos :
-!Se llaman muy-muy!

Pero un dia,veranos mas tarde,sucedió algo que marcó mi vida con respecto a las piscinas.Allá al sur,en la cálida tierra de mis viejos,Chincha, un día,con mis primos y primitas salimos a jugar en el arroyito que quedaba al norte del barrio Chavalina.Tendría unos 9 o 10 añitos y el arroyito que se llamaba en ese entonces "El Ñoco" (no se rían,así se llamaba) tenia un caudal tranquilito como para jugar a la pelota,y entonces en una de ésas,recibo la pelota y la recepciono tan mal que me sumergí en el arroyo y lo que mas recuerdo fue ver agua sobre mis ojos y el sol cegándome;ni sé cuantos segundos pasaron.La sonsa de mi hermana me tiró sus sandalias como si me ayudaran a flotar,y yo ni salía!:

Pero lo más rico es en la playa.Ahí no tengo miedo.Puedo tirarme, flotar y nadar un poco pero nunca me alejo tanto de la orillita,al menos hasta la 3era ola,no quiero que me recuerden como Toñito Pescadito Frito.
Hay tantas playas que he visitado,y una de las que mas recuerdo,es precisamente San Bartolo.Antes esa playa era mucho mejor que ahora,y el ambiente buenísimo.Fue un verano formidable y tenía unos 13 añitos,en ese entonces fui con unos amigos y yo era el más chupado para ir a nadar en el mar (aún conservaba ciertos traumas del ahogamiento en el Ñoco) y entonces me conformaba con sentarme en la arena y mirar,mirar a la gente bañarse y recordar cosas bonitas en el horizonte.Y de pronto,apareció una sirena,mejor dicho una linda mujer que tendría mas años que yo.Estaba solita.Se quedaba parada remojándose con las olitas y me miraba a los ojos.Nunca olvidaré esa mirada y esa linda sonrisa,tan dulce que invitaba a soñar despierto.Es de aquellas que te atrapan y no puedes ni voltear,hiptonizadora diría yo;No recuerdo si tenía bonita figura,sólo la miraba a los ojos y era bien hermosa de carita.Sólo me quedó sonreir...y sonreíamos.Sonreía tanto mientras se remojaba y las olas acariciaban su piel.Con la mirada me decía dulcemente "vennnn" y me costaba incorporarme y salir.Era bastante tímido en ésa época,si tuviera que contar las veces que perdí oportunidades con las chicas por tímido y no actuar,me daría verguenza.Pero esa sirena sí que era para no perderla.Le correspondía la mirada y las sonrisas y no sabía qué hacer.Creo que ella se dió cuenta porque se acercó y me extendió la mano:
-¿Vamos?
-¿..a dónde?
-A bañarnos,pues
-Esteee...sí,claro...si quieres..sí
Y me jaló,me ayudó a levantarme y tomados de la manito,me llevó y aguanté que el mar mojara mis pies por ella...dejé que me lleve hasta la 2da olita por ella...dejé que las olas golpearan mi espalda y hacía fuerza para no caer y no dejar mala impresión...todo por ella.Estábamos ahi,juntitos,los dos,tomados de las manitos,y sintiendo las olitas del mar remojándonos,mirándonos y sonriéndonos como tarados y el sol,el sol calentándonos,brillando nuestros ojos.Ella con sus ojitos color caramelo.Yo con mis ojitos color cucaracha:

Hay tantos recuerdos de playa que me faltaría espacio para escribir aquí.Está aquella vez de la caminata Miraflores-Chorrillos para buscar con mis amigos una buena playa a los 20 años; aquellas veces que me gustaba ir a ver el crepúsculo y mirar el horizonte y llorar cuando me asaltaban ciertos recuerdos y tiraba las piedritas al mar en Redondo:

VOZ EN OFF:-The end! (suspiros,por favor)
TOÑITO:-Y me voy despidiendo bajo el ritmo de Rikarena :"cuando el amor se daña es mejor cambiarlo en vez de repararlo/cuando el amor se daña /ya no hay vuelta para atrás /ya no hay solución /es como recibir un disparo directo al corazón"
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